30.6.08

PUDIMOS


Todavía tengo la voz rota de gritar mientras veía, junto con otros 20 millones de personas, el partido de la Final de la Eurocopa entre España y Alemania. Aún tengo en la retina el gol de Torres, ese gol que parecía en cámara lenta, un gol inesperado que nos salvó de una prórroga que no creo que hubiesen aguantado ni nuestras gargantas ni nuestros nervios. A estas alturas de la noche todavía oigo el pitido del árbitro señalando el final del partido y los gritos y aplausos de los que vieron el partido conmigo. Finalmente, pudimos.

Seguramente a nadie le choca que escriba en primera persona del plural. Nosotros ganamos a Suecia en el descuento, nosotros llegamos a cuartos y nos enfrentamos a los italianos y todos queríamos venganza y penalties por la afrenta del Mundial 94 en EE.UU. Aquel codazo se lo llevó Luis Enrique en la cara, y el país entero en el alma. Nosotros llegamos a semifinales y barrimos a los rusos del mapa, que venían fuertes tras derrotar y dejar reventados a la potencia naranja de Holanda. Nosotros llegamos a la final y metimos un gol con la pierna de Torres, que era la nuestra. Y nosotros hemos ganado la Eurocopa. Y no he encontrado aún a nadie que haya intentado quitarse el "nosotros" de encima.

Todos hemos cantado durante todo el torneo el jingle diseñado por Cuatro para esta Eurocopa: "Podemos". Hasta sin pensar hemos cantado en alto y sin venir a cuento: "Podemos"... ¿o no?


Me acordaba de la canción que Mecano compuso para la noche de Nochevieja que decía "entre gritos y pitos los españolitos hacemos por una vez algo a la vez". Los españolitos menos los canarios, que lo hacemos una hora después. Pero durante esta Eurocopa sí. Todos a la vez y sin chorradas políticas, sin independentismos absurdos, sin nacionalismos. Los vascos, los catalanes, los gallegos, los canarios, los andaluces, los castellanos, los extremeños, los aragoneses, los valencianos, los murcianos, los asturianos, los navarros, los ceutíes, los melillenses, los mallorquines y resto de baleares... todos,

TODOS, gritamos por una vez con el corazón galopando y las manos rotas de aplaudir

ESPAÑA, ESPAÑA.


Quien diga que el fútbol son 22 tíos multimillonarios en calzoncillos dando patadas a una pelota... es que vive en otro planeta.


(Viví el Mundial de México 86, donde Eloy falló un penalty contra Bélgica en los cuartos de final. Después de un 5 a 1 a Dinamarca, nos quedábamos en penalties y en cuartos otra vez. Viví la Eurocopa del 84 en Francia y aquel cántico de "Sí, sí, sí, España va a París". Viví aquel partido, también en una final, donde Platini lanzó un cañonazo a Arconada, nuestro portero histórico y vi cómo el balón se le escurría entre los dedos después de pararlo y perdíamos la final, que ganaban los franceses en casa. Viví el Mundial de Corea, donde en cuartos Joaquín lanzaba un penalty a 10 kms por hora justo a las manos del portero coreano y nos apeábamos del campeonato. Viví el Mundial de Alemania, donde Francia nos dejaba fuera y el árbitro sacaba mis instintos asesinos.

Y hoy vi a Palop, nuestro portero suplente, con la camiseta de Arconada puesta, como símbolo de todo lo que el fútbol nos debía y vi cómo Platini la reconocía mientras le imponía la medalla de campeones de Europa a la Selección Española.

Nunca he visto una selección igual, exceptuando la que formó el inolvidable Miguel Muñoz con Buyo, Señor, Maceda, Goikoetxea, Camacho, Víctor, Gordillo, Carrasco, Santillana, Sarabia y Rincón, la histórica del 12 a 1 a Malta.
Tantas desilusiones... había pasado toda mi vida sin ver ganar un gran torneo a España... pero ha merecido la pena).

PUDIMOS.

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