29.3.09

Café tradicional, express o soluble. Pero café.


La contraseña era siempre la misma: "Voy a tu casa a tomarme un café". Es lo que tiene estar casado. Uno tiene que hacerse un mundo en clave para no ser descubierto. Si mi respuesta era "tengo la cafetera lista", significaba que la que estaba lista era yo.
Lo más gracioso de todo es que el café lo hacía en serio, como quien toma esa rutina como un previo sexual.

Debe ser que encontró otra amante que se había comprado la cafetera que anuncia George Clooney, ésa que lo hace todo en un santiamén y de distintos sabores. El caso es que dejó de pedirme mis deliciosos cafés durante una temporada.

Pero las máquinas se estropean y las cafeteras plateadas de mango negro y que hacen "grugrugru" al sacar el café, duran y peduran per secula seculorum. Así que imagino que quería volver al sabor tradicional y volvió a demandar el oscuro y estimulante líquido que yo preparaba.

Lo que él no sabía es que mientras estuvo ausente me diagnosticaron hipertensión.
"He dejado la cafeína", fue mi respuesta. Nunca volví a saber de él.

Bueno, sí. Me lo tropecé una vez con su mujer en una cafetería. Tiene gracia.
(Si ya sabía yo que a ése en su casa no le hacen el café como Dios manda).

8 comentarios:

Unknown dijo...

Para mí un café express! :P ... es que la Bialetti ya no la uso.

Me gustó el relato.

Saludos.

Amaranta Buendía dijo...

Qué te gusta el café, jodía. Pues el relat, real como la vida misma, pero velada por si alguien descubre el pastel, Dios mío.
Por cierto, ¿por qué mis comentarios no aparecen en tu página? Veo los comentarios de los demás, pero los míos no. snif.

Miguel Schweiz dijo...

Eso es lo que yo llamo un final feliz... Para qué hacerle café a uno que busca cafeteras si hay tantos para compartir con quien busca el deleite de beber juntos.

Besitos. Muy real, sí, y con una excelente determinación.

Amaranta Buendía dijo...

Gracias, Miguel. Realmente la determinación no fue tan fácil como parece en el relato. Tuve que evitar la tentación a base de quedareme sin uñas, pero hasta ahora mi tensión arterial está perfecta, jaja. Saludos. Yo también he pasado por tu blog estos días... me encantó, por cierto. Seguiré visitándote.

Anónimo dijo...

Yo no bebo café tb tengo hipertensión pero bueno una birrita o mejor cubatita que la birrita no te gusta Amaranta, y hablar de lo nuestro. Un besote. D.E.R.M.

Señor DE

Amaranta Buendía dijo...

Cuando quieras, mi señor DE. Sólo tienes que decirme que andas por aquí y nos vemos en un tris. <3

Don´t stand so close ... dijo...

Uhmmmm!!!!! Me encantan los cafés, y si son "churris" mejor, ligeritos, que si no, podemos ponernos mú nerviosos..

Amaranta, ni te lo plantees, a veces la enfermedad es el camino; y si no se sabe apreciar un buen café a tiempo y en su justa medida...ufff.. pues mira tú, que vaya a por otro que le sepa mejor, y que le vaya bonito como solemos decir. Ya aparecerá en esta locura de vida alguien quien sepa valorar un buen "buchito".

Besitos, cuídate.

Amaranta Buendía dijo...

¿Tu nombre es por la canción de The Police? Pues eso digo yo siempre: "no estés tan cerca..."
Gracias por el comentario, ¿cómo llegaste aquí? Vuelve cuando quieras. Besos.