... la calma.
Tantos días de lluvia. De repente el Otoño nos sorprendíó con una puntualidad sospechosa.
Hace un rato las ventanas parecían querer quebrarse con el viento.
La lluvia furiosa resbalaba sobre los cristales como una cascada interminable.
Un relámpago me sorprendió.
El trueno rugió amenazando una tormenta que no llegó.
Ahora, apenas una hora después... calma total.
Así es el sitio donde vivo.
Tal vez el Otoño apresurado dé una tregua. O quizás desaparezca para no volver.
Tal vez el Otoño apresurado dé una tregua. O quizás desaparezca para no volver.
Así es el sitio donde vivo...
Todos los "mañana" pueden ser un día otoñal.
Todos los "mañana" pueden ser un día de playa.
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