18.7.08

A Mandy (Cosas que nunca me debiste)


Desde la primera vez que te escribí hasta hoy han pasado muchas cosas.
A ratos, todo podía aparentar silencio.
O calma.
A veces, rabia.
Otras, la nada.
Pero siempre, cada día, dentro de mi cabeza había un festival de emociones y de sensaciones.

Hoy sé que eran todas equivocadas.


Me siento igual que puede sentirse el verdugo de un inocente.
Siempre había estado muy cómoda en mi papel de víctima. Era fácil volcar en ti la culpa de todas las cosas.
Nunca estabas para defenderte. Me lo pusiste demasiado fácil. Tu silencio era mi llave y mi remedio para encontrar culpables a todo lo que me pasaba.


Si no podía dormir, la culpa era tuya.
Si me sentía sola, la culpa era tuya.
Si algo me salía mal, la culpa era tuya.
Si me sentía estúpida, la culpa era tuya.
Si lloraba, la culpa era tuya.
...Hasta cuando reía, la culpa era tuya.


Eras de goma. Aguantabas todos los golpes y recuperabas tu forma original en segundos.
Eras de tea. Podía hacer llamas sobre ti y nunca te quemabas.
Eras de metal. No te dolía nada.


Tú y sólo tú eras el culpable de todas y cada una de mis desgracias.
Y nunca te lo dije.
Yo y sólo yo era la culpable tu confusión y tu rechazo.
Y nunca me lo dijiste.

Eras sordo. Nunca escuchabas.
Eras ciego. No me veías.
Eras manco. No parabas ni un solo golpe.
Eras un cadáver. Ni sentías ni padecías.


Era fácil machacar a alguien que no existía.
¿O que me temía?
¿O que me quería?
¿O que no me quería?
Y por alguna de esas razones callabas.


Hoy despertaste. No: hoy gritaste que estabas despierto.
Y me enseñaste las quemaduras y los golpes y los tímpanos rotos y las manos heridas.

No te dolía. Pero vi lo que había hecho.


Me empeñé en que tenías que quererme.
Debías hacerlo porque yo lo hacía.


Las palabras siempre destruyen, pero ni una sola cura las heridas abiertas.
Espero que éstas te sirvan de bálsamo. Aunque no te duela. Me duele a mí.

Nunca me debiste nada.


...Pero yo te debía esto.
Perdón por mis errores. Sólo eran llamadas de auxilio. Nunca fue mi intención.


Natalia

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